Hay padres que enseñan con palabras, y otros que lo hacen desde el ejemplo silencioso: en una mesa servida, en una ola compartida o en un abrazo que no necesita motivo. En tiempos donde el discurso de la paternidad muchas veces se desvía entre estereotipos o ausencias, conviene detenerse en lo esencial: ¿qué significa realmente ser padre? Tres testimonios lo responden, desde lo cotidiano.
Damián Ode, empresario y actor, lo tiene claro: “Los padres somos los maestros para la formación de nuestros cachorros”. Lo dice con la experiencia de quien creció en una casa donde bastaba una llamada del padre para reunir a toda la familia. Hoy, repite ese gesto con su propio hijo, con quien comparte no solo afecto, sino también enseñanzas sobre el trabajo y el valor del estudio. ¿Su plan ideal para este domingo? Una celebración con sabor a música criolla en alguno de sus restaurantes.

Gianni Dasso, empresario de bares y discotecas, cambia las luces del local por las del mar cuando se trata de sus hijos. “Hacer deporte y escuchar música juntos. Irnos a correr olas a Cerro Azul todo el día”, cuenta. Lo enorgullecen no solo por sus habilidades, sino por ser “considerados y alegres”. En su día, planea compartir una mesa con carnes, pastas y esa playlist familiar que siempre los acompaña.
Y está Omar Chehade, político y ferviente hincha crema. Aprendió de su padre la honestidad y el amor por la unidad familiar. Su rutina la forman tres pilares: la lectura, el cine y el fútbol, casi siempre acompañado de su hijo Yasser. “Somos uno para el otro”, confiesa. Este domingo, como debe ser, lo celebrará junto a él, almorzando comida árabe, su favorita.
Estos padres no se olvidan de lo fundamental: estar presentes. Aunque el mundo no se detenga, ellos sí lo hacen, al menos por un rato, para ser simplemente papás. En sus respuestas no hay poses ni discursos grandilocuentes, sino una verdad simple y luminosa: que el tiempo compartido vale más que cualquier título. Porque si algo queda claro al escucharlos, es que ser padre no es solo una responsabilidad. También es un privilegio.
