75 años

Edicion_2727

Palabra Británica

En un mundo cada vez más marcado por tensiones geopolíticas, crisis climática y retrocesos democráticos, el Reino Unido ha decidido mostrar una cara distinta en el Perú. La figura visible de esa apuesta es Gavin Cook, actual embajador británico en Lima, quien encarna un enfoque progresista y multilateral en contraste con los modelos autoritarios o aislacionistas que se expanden en otras regiones. A diferencia del cierre de programas de cooperación en Estados Unidos o el avance de agendas conservadoras, Cook representa un modelo diplomático comprometido con la sostenibilidad ambiental, el fortalecimiento institucional y los derechos fundamentales.

Una de sus más recientes intervenciones es reveladora. “Acabamos de firmar un acuerdo con el Ministerio del Ambiente para profundizar nuestra colaboración en naturaleza y clima”, afirma el diplomático. “Nuestro objetivo es lograr la disminución de la deforestación y detener la pérdida de biodiversidad, ayudando al Perú a aprovechar el rico valor de su medio ambiente y promoviendo medios de vida sostenibles con respeto a los pueblos indígenas”.

La alianza entre Reino Unido y el MINAM cubre áreas como bioeconomía, finanzas verdes, infraestructura sostenible, conservación de biodiversidad y mitigación del cambio climático. Cook subraya un punto estratégico: “Nos enfocamos en detener la deforestación en zonas de alta biodiversidad y almacenamiento de carbono como las turberas amazónicas”. El mensaje es claro: Londres no busca solo donar o cooperar, sino alentar una nueva lógica de crecimiento económico compatible con el planeta.

DE LA RETÓRICA A LOS MECANISMOS

El diplomático británico insiste en que esta agenda no es un eslogan sino un enfoque técnico y financiero con mecanismos concretos. Se habla de incentivos para conservar bosques, medidas contra delitos ambientales y –quizás lo más importante– de involucrar al sector privado. “Apuntamos a modelos de negocio financieramente sostenibles y que contribuyan a la mitigación de emisiones”, precisa.

La visión del Reino Unido es que el Perú puede ser un pionero de este modelo: “Un país que alinee su desarrollo con los objetivos climáticos globales, con la bioeconomía como motor de cambio”.

Esto implica algo más profundo: un nuevo contrato social y productivo que coloque al medio ambiente en el centro del modelo de desarrollo. En un país donde los conflictos por recursos naturales, minería ilegal y deforestación generan violencia, este mensaje adquiere especial urgencia.

LA PRENSA COMO PILAR DEMOCRÁTICO

Otra área donde el embajador marca una diferencia importante respecto a otras potencias es su firme defensa de la libertad de prensa. En tiempos donde las noticias falsas, los discursos polarizantes y las tecnologías de manipulación como los deepfakes erosionan los consensos, Cook insiste en un principio básico: “La democracia necesita una prensa robusta y confiable que promueva el debate abierto y constructivo”.

“En todo el mundo necesitamos lograr consensos para crecer sostenidamente”, afirma, y agrega: “La prensa tiene la responsabilidad de acercar la información de manera responsable, combatiendo la desinformación y aportando distintas perspectivas”.

Ese enfoque lo alinea con la agenda que el Reino Unido ha impulsado en foros multilaterales, desde la defensa del periodismo independiente hasta el combate global contra la desinformación. En un contexto donde diversas democracias se deslizan hacia el autoritarismo, el énfasis en una prensa libre no es solo un gesto simbólico.

COMERCIO CON PROPÓSITO

Cook también detalla los sólidos vínculos comerciales que el Reino Unido mantiene con el Perú, donde actúa como uno de los principales inversionistas. “Tenemos tres acuerdos gobierno a gobierno activos, que han apoyado la entrega de más de 10 mil millones de dólares en infraestructura”, explica. “Además, hemos logrado transferir capacidades y herramientas al Estado peruano para acelerar grandes proyectos”.

En ese contexto destaca la reciente incorporación de los contratos NEC (usados en Reino Unido para proyectos públicos) a la nueva Ley de Contrataciones peruana, un cambio que puede ayudar a evitar sobrecostos y arbitrajes.

Por otro lado, Londres busca ampliar su presencia en sectores como la transición energética –con énfasis en el hidrógeno verde, salud, ciencia y agroindustria. En esta última área, el Perú es uno de los principales exportadores hacia el Reino Unido: arándanos, espárragos y paltas encabezan la lista. “Gracias a la increíble gastronomía peruana, este intercambio puede seguir creciendo”, añade Cook.

Además, se exploran nuevos modelos de desarrollo regional con ProInversión y el MEF, incluyendo el uso ampliado de Obras por Impuestos y asociaciones público-privadas para operación y mantenimiento de infraestructura.

UN ALIADO CON VALORES CLAROS

Cook resume su mirada en una frase poderosa: “El Reino Unido cree firmemente en la democracia como base para el crecimiento sostenible, seguro y próspero de una sociedad”. No es una fórmula vacía, sino una visión estratégica que combina valores, cooperación técnica e inversiones con impacto.

En una región donde algunos gobiernos miran con recelo a ONGs ambientales, criminalizan la protesta o restringen la libertad de expresión, el enfoque británico contrasta y ofrece una alternativa. Mientras USAID ha sido drásticamente recortada por el nuevo gobierno estadounidense, el Reino Unido fortalece su presencia y define su identidad internacional en el respeto al medio ambiente, la equidad y la gobernanza.

No se trata solo de diplomacia amable. También es un gesto de poder blando con impacto real. Frente al retroceso de modelos democráticos, la apuesta por un Perú ambientalmente sostenible y con una prensa fuerte no es solo deseable: es urgente.