75 años

Edicion_2721

Gia Meier en escena

El sol se filtraba entre los edificios de la Plaza de la Villa en Madrid mientras Gia Meier (21) caminaba con la expectativa de quien está por descubrir hasta dónde puede llegar. Era su primer desfile de pasarela, y no uno cualquiera: Devota & Lomba la había elegido para modelar en la Semana de la Moda de Madrid. Lo que siguió fue una experiencia que la sacó de su zona de confort y le mostró que su destino podía estar, de hecho, sobre una pasarela.

EL CAMINO A MADRID

Gia no había planeado modelar en pasarela. Su experiencia en el modelaje venía de sesiones comerciales en Lima, donde las marcas la contactaban directamente para e-commerce o campañas de moda. “En dos horas tienes que hacer 60 looks”, explica sobre las intensas sesiones de fotografía. Pero la pasarela es un mundo aparte. Un universo de actitud, ritmo y presencia. Lo descubrió cuando Diego Yamashiro, director de imagen y comunicación de Devota & Lomba, le hizo una propuesta arriesgada: volar a Madrid y presentarse ante Modesto Lomba y su equipo sin ninguna garantía de ser aceptada.

“Yo fui con el riesgo de que tal vez no les guste cómo camino y entonces tal vez no modele”, cuenta. La prueba de vestuario fue decisiva. Los diseñadores querían ver cómo se movía, cómo respiraba la prenda en ella. Cuando finalmente la vieron en acción, supieron que Gia encajaba en su visión. Yamashiro recuerda haberle dicho: “Tienes que sacar a relucir los genes de tu familia”. Y eso hizo. En la pasarela, Gia no solo desfiló, sino que capturó la atención del público y de los críticos, tanto así que en el after party hubo quienes preguntaron específicamente por ella.

La historia de Gia con la moda, sin embargo, no comienza en la pasarela de Madrid, sino en su fascinación por el mundo visual y estético. Estudia negocios de la moda, comunicación y medios digitales, primero en Milán y ahora en Londres. “Lo que estudio es lo que se ve por dentro, el backstage”, explica. Su visión de la industria no se limita a la ejecución, sino que abarca la estrategia: cómo se diseña una campaña, cómo se construye una marca. “Yo nutro mucho mi carrera de modelaje con lo que estudio y viceversa”, dice.

La joven modelo deslumbró durante la pasarela de Devota & Lomba.

UN APELLIDO CON HISTORIA

Aunque ha crecido rodeada de figuras artísticas, su apellido nunca ha sido un atajo ni una carga. “Siempre supe que haría algo artístico, pero lo encontré en la moda”, cuenta. Su padre, Christian Meier, le ha dado consejos prácticos sobre cómo enfrentarse a la cámara y a las entrevistas. “Siempre me dice que tengo que estar en un salón donde haya gente mejor que yo. Eso significa que sigo aprendiendo”. Su madre, Marisol Aguirre, es su principal admiradora, “la típica mamá que dice que todo lo que haces está lindo”.

A diferencia de su abuela, la icónica Gladys Zender, quien logró la hazaña de conquistar, para el Perú, el título de Miss Universo en 1957, Gia no tiene intención de entrar al Miss Perú. “Respeto mucho lo que hizo mi abuela, pero no es mi camino”, dice sin dudar. Su interés está en otro tipo de presencia pública. “Me encanta la moda porque me permite jugar con diferentes conceptos, como si cada sesión fuera una historia distinta”.

LA MIRADA DEL PÚBLICO

Uno de los aspectos que la han definido es su relación con la exposición. Creció con padres en el ojo público, lo que la hizo ser muy consciente de la mirada ajena. “Siempre escuchaba lo que decían cuando caminaba con ellos”, recuerda. Por eso, mantuvo su Instagram privado durante años. “No quería abrir mis redes para que la gente definiera quién soy si yo todavía no sabía quién era”. Cuando finalmente decidió hacerlo, fue con una intención clara: impulsar su carrera en el modelaje. “Ahora ni leo los comentarios”, dice con tranquilidad.

La sostenibilidad en la moda es un tema que discute en la universidad. “Nunca una marca va a ser 100 % sostenible”, dice con pragmatismo. “El material puede ser ecológico, pero si tienes que enviarlo en avión, ya hay un impacto”. También es consciente del dilema económico: “Las marcas sostenibles son las más caras. Nosotras, como estudiantes, no podemos pagar esos precios”.

La actitud es fundamental y lo demuestra con una presencia que no pasa desapercibida.

MÁS ALLÁ DE LA MODA

Fuera de la moda, Gia tiene un hobby que la define tanto como su pasión por el modelaje: los conciertos. “Voy sola si es necesario”, aclara. Lo ha convertido en una parte esencial de su vida. Ha visto a Ed Sheeran tres veces, a Harry Styles dos, y recientemente a Gracie Abrams y Sabrina Carpenter. “Me encanta la música en vivo. Son experiencias que se quedan conmigo para siempre”.

Sin embargo, el modelaje no es su único interés. Gia ha desarrollado una gran afinidad con la comunicación y la dirección creativa, dos aspectos que complementan su carrera. “Me gusta mucho la parte visual, cómo se construye una imagen de marca”, explica. Su paso por Milán y Londres le ha permitido entender las dinámicas del negocio de la moda desde adentro, una ventaja que pocas modelos tienen. La primera vez en la pasarela fue un experimento. Ahora es un camino. Gia Meier, la modelo que cruzó el umbral, sabe que está lista para lo que sigue. A futuro, planea expandir su carrera tanto en el modelaje como en la industria creativa, combinando lo aprendido en sus estudios con la experiencia adquirida en las pasarelas. “Quiero hacer ambas cosas, encontrar el equilibrio”, dice. Y si algo ha demostrado hasta ahora, es que puede hacerlo.

Quiere destacar en la moda con firmeza, más allá del brillo momentáneo de los reflectores.