75 años

Política

López Aliaga: Campaña perpetua

Rafael López Aliaga no se detiene. A más de un año de las elecciones presidenciales, el alcalde de Lima parece estar en modo campaña las 24 horas. Su presencia en medios y redes sociales es constante, su discurso se radicaliza y su ejército digital de trolls sigue atacando a todo periodista que lo critique.

En el reciente encuentro de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), su nombre fue uno de los más mencionados, no solo por su agresiva retórica contra los medios –tildándolos de “caviares” y “mermeleros”–, sino también por su intento de controlar el relato público con un enfoque combativo.

Un excolaborador recuerda que le haría bien evaluar el impacto de sus peleas con Mónica Delta y Juliana Oxenford en las elecciones pasadas, donde por poco no pasó a la segunda vuelta.

A pesar de su frenética actividad mediática, cometió un error estratégico: no se apareció en el reciente incendio de Barrios Altos. Mientras los limeños esperaban ver a su alcalde en la zona de emergencia –como solía hacer su mentor, Luis Castañeda–, López Aliaga se limitó a pronunciarse en redes sociales.

En encuesta de CIT, 8.3 % responde que RLA es su candidato.

El otro factor que puede complicarle el camino es la irrupción de Carlos Álvarez en las encuestas. Aunque López Aliaga tiene 8.3 % en la última medición de CIT—por debajo de Keiko Fujimori (13 %)—, Álvarez ya marca 6 % y compite por el mismo sector del electorado. Además, el humorista mantiene conversaciones con el PPC para una posible alianza.

Si bien López Aliaga ha conseguido captar la atención de los jóvenes con estrategias como la contratación del streamer Speed, su estilo beligerante lo enfrenta cada vez más con sectores que podrían ser claves en una elección. Su reto será demostrar que su candidatura es más que solo intensidad mediática.