Se desató el infierno la noche del viernes 21 en Trujillo. La jornada dejó seis muertos y 84 heridos, muchos de gravedad. El trágico desplome del techo del patio de comidas del Real Plaza Trujillo ha desatado una serie de interrogantes sobre la responsabilidad en la ampliación de 2016, que incluyó esta estructura colapsada. Las primeras investigaciones apuntan a una falla estructural en las vigas de soporte, lo que ha llevado a cuestionar la seguridad de la obra y la supervisión a cargo de la empresa Schmitt y Chávez Tafur Ingenieros SRL (SCTH).
El ingeniero chileno Boris García, quien participó en la construcción original del centro comercial en 2007, pero no en la ampliación de 2016, ha señalado que el problema radica en las vigas y no en los anillos concéntricos del techo. “La gente de Real Plaza sabía de este problema, si no, no hubieran hecho ese refuerzo”, aseguró a Latina.
García señaló que “esos refuerzos que le han puesto a las columnas originales, me pregunto ¿Por qué se hicieron?
Según su testimonio, se detectaron ‘microfisuras’ en las vigas, que no fueron reparadas a tiempo. Estas fisuras habrían sido causadas por ráfagas de viento más fuertes de lo normal, lo que pudo haber afectado la estabilidad de la estructura producida en septiembre pasado.



García explicó que las vigas, que deberían haber tenido menos de cinco meses de uso, mostraron fallas significativas. A pesar de que los daños eran visibles, no se tomaron las medidas correctivas necesarias, lo que habría contribuido al desplome del techo del centro comercial, causando la muerte de seis personas y más de 80 heridos.
En efecto, imágenes satelitales de Google Earth a las que accedió CARETAS evidencian que las vigas de refuerzo fueron instaladas recientemente, lo que podría indicar que la empresa conocía la debilidad estructural del techo.
La ampliación de 2016 fue ejecutada bajo la gestión de Retail Properties Management, una subsidiaria del conglomerado Intercorp, propiedad de Carlos Rodríguez Pastor. La supervisión estuvo a cargo de SCTH, que ha emitido un comunicado asegurando su disposición a colaborar con las investigaciones y recopilando información sobre el proyecto, realizado hace casi una década.
El alcalde de Trujillo en 2023, Arturo Fernández (Somos Perú), clausuró temporalmente el Real Plaza, aunque no especificó si existían alertas previas sobre fallas estructurales en el techo. Fernández fue vacado y hoy se encuentra prófugo. Otro actor clave en la obra fue BGS de Grande, empresa de ingeniería que, tras el accidente, eliminó de su sitio web información relacionada con su participación en la construcción del patio de comidas.


El gran interrogante es si la instalación de las vigas de refuerzo cumplió con los protocolos de seguridad, si se informó adecuadamente a las autoridades y si se suspendieron actividades mientras se realizaban las modificaciones. Hasta el momento, la administración de Real Plaza ha guardado silencio sobre la causa del desplome, mientras el país exige respuestas sobre esta tragedia.
El caso del colapso pone nuevamente en la lupa a Intercorp, que atravesó una reciente crisis cuando en octubre un hacker accedió a los datos sensibles de los usuarios de Interbank.
La pregunta que queda en el aire es si la posible falta de supervisión en una de sus obras más emblemáticas se debe a un exceso de confianza en su modelo de crecimiento o a una estrategia de reducción de costos en la construcción de infraestructura comercial. El grupo, acostumbrado a una expansión acelerada, enfrenta ahora cuestionamientos sobre la seguridad en sus proyectos.
De hecho, el gerente general de Real Plaza, Misael Shimizu, quien ha sido criticado por las indefiniciones en las que incurrió en sus declaraciones a Latina y RPP, es un profesional conocido netamente como financiero, no como administrador.
Shimizu no aclaró cuáles son las empresas que participaron en la obra de ampliación y tampoco mencionó si se instalaron recientemente las vías de contención.

DENUNCIA E INVESTIGACIÓN
Por su parte, el alcalde provincial de Trujillo, Mario Reyna Rodríguez, primer regidor de la lista del vacado Fernández, presentó una denuncia penal contra los representantes de Real Plaza e Intercorp. Entre los cargos está el homicidio culposo y las lesiones graves.
La denuncia fue interpuesta contra Rodríguez-Pastor; dueño del grupo, Fernando Zavala, el CEO; y a Shimizu. También el gerente del Real Plaza Trujillo, Luis Santa María Torres, y el ingeniero estructuralista Julio Rivera Feijóo, responsable del diseñó del domo del patio de comidas. También Fernando Bazo Safra, gerente general del Consorcio Activa – BGS, encargado de la obra. El alcalde también denunció a los funcionarios municipales que impartieron la licencia de edificación en 2016. La aseguradora de Real Plaza figura como tercero civil responsable.

El alcalde en aquél entonces era Elidio Espinoza, fallecido en 2021 por Covid. Representante de un movimiento independiente, marcó un breve paréntesis en la hegemonía de Alianza Para el Progreso, que volvió a perder la alcaldía en el actual período, mientras que el jefe del partido, César Acuña, recuperó la gobernación regional.
Por su parte, la Fiscalía de la Nación ha iniciado una investigación preliminar contra Santa María Torres, representante legal del Real Plaza Trujillo, por homicidio culposo. Además, las autoridades han comenzado a interrogar a funcionarios de la Municipalidad de Trujillo y del Indeci para esclarecer quiénes permitieron que el centro comercial siguiera operando a pesar de las presuntas fallas estructurales. La investigación podría extenderse a más involucrados, mientras la sociedad exige respuestas y justicia por el desastre ocurrido.
Interrogado por la fiscalía el 24 de febrero, Santa María Torres sostuvo que la última licencia de funcionamiento “fue otorgada en el año 2019 si mal no me equivoco, pero esta no tiene fecha de caducidad”. Por otro lado, el último certificado de inspección técnica de seguridad (ITSE) fue renovado en septiembre de 2024.
A la pregunta de si, luego de su construcción, el patio de comida fue susceptible “de modificación, ampliación o demolición en parte”, Santa María respondió que no. Y añade que “quiero aclarar que esta estructura cuenta con 18 columnas que soportan la estructura metálica que cubre el techo del área del patio de comidas”.
En conferencia de prensa, el presidente de la Junta de Fiscales de La Libertad, Gustavo Guillermo Bringas, detalló que la indagación se centrará en el presunto delito de homicidio culposo, con un plazo de 8 meses para recabar la información necesaria y determinar a los responsables.

CORRUPCIÓN DURANTE LA CONSTRUCCIÓN
El portal web Opina Lambayeque, publicó el testimonio del ingeniero quien advierte sobre una serie de irregularidades durante el proceso de construcción de Real Plaza Trujillo. El ingeniero, que prefirió mantenerse en el anonimato por miedo a represalias, relata cómo las decisiones tomadas por las altas esferas de la empresa constructora pusieron en riesgo la vida de cientos de personas, todo por un afán de obtener mayores ganancias a costa de la calidad de la obra.
En su testimonio, el ingeniero describe una conversación escalofriante con Jesús Luján Carrión, responsable de la supervisión del proyecto. Según relata, le expresó su preocupación sobre la seguridad de la estructura, a lo que Luján respondió sin remordimientos: “Bájale el material, le estamos poniendo mucho fierro y cemento, además, ‘pa’ lo que pagan’, ya estoy volando con el presupuesto”.
Lo más alarmante ocurrió cuando el ingeniero de confianza, preocupado por la seguridad de los niños y ancianos que frecuentan el centro comercial, planteó su inquietud. Luján desestimó el peligro con una frase que quedará grabada en la memoria de todos: “¡Ya! ¿Y tú, acaso vas a vivir aquí? Haz lo que te estoy diciendo”.
A pesar de sus advertencias, el ingeniero decidió seguir adelante con las instrucciones de su superior, aunque los riesgos eran evidentes. Sin embargo, lo que más sorprendió fue la actitud de Luján, quien parecía más preocupado por sus propios intereses que por la seguridad de los trabajadores y usuarios. “Apúrate, ¡que tengo que hacer un en vivo! Ahora voy a jugar Dota con Smach,” respondió en tono jocoso, mientras la tragedia ya se estaba fraguando.

FALLA ESTRUCTURAL
El decano del Colegio de Ingenieros de La Libertad, Enrique Luján Silva, apuntó a una “falla estructural” como la causa del colapso. En sus declaraciones, destacó que una serie de errores en el diseño, construcción y mantenimiento de la infraestructura contribuyó a la tragedia. Según Luján, el incumplimiento de normas de seguridad y la falta de supervisión adecuada pusieron en riesgo la estabilidad de la estructura, convirtiendo al Real Plaza en un lugar vulnerable para sus miles de visitantes.
Por su parte, Moisés Hurtado, gerente de Gestión de Riesgos de la Municipalidad de Trujillo, denunció que los requisitos para aprobar una revisión técnica de seguridad son mínimos. Durante una inspección realizada en octubre de 2024 en el centro comercial Real Plaza, donde el viernes colapsó el techo del patio de comidas, se hallaron deficiencias como rutas de escape mal señalizadas y barandas con desniveles. Pero nada en la estructura del techo.
OLA DE CLAUSURAS
Hasta el cierre de esta nota, diversas autoridades municipales han clausurado más de una decena de centros comerciales, incluyendo locales de Real Plaza en Ate, Villa María y Huancayo, tras detectar fallas estructurales durante las inspecciones. Además, en Piura y Huánuco se cerró temporalmente el patio de comidas por problemas similares.
La ola expansiva no se detiene. En los últimos meses se instaló la argumentación sobre los excesos y abusos de las municipalidades contra los negocios y la inversión. En esa línea se aprobó la Ley 31914 aprobada durante el gobierno de Dina Boluarte, que hoy es señalada como un factor que contribuyó al colapso del Real Plaza.
Para sus críticos, esta ley limita la clausura de establecimientos solo a las áreas de riesgo, lo que reduce significativamente las inspecciones de seguridad en todo el negocio. Así, locales con fallas estructurales siguen operando sin controles adecuados. De los abusos municipales pasamos a las negligencias empresariales. En el Perú, el balance es una cualidad escasa.


