Las denuncias de siete mujeres han remecido la sociedad francesa esta semana. Ellas acusan al popular abate Pierre, cofundador de la primera comunidad Emaús, de agresión sexual y acoso. Los crímenes se habrían cometido, presuntamente, entre 1970 y el 2005 y entre las demandantes habría una persona que “era menor de edad en el momento de los primeros hechos”.
El religioso, cuyo verdadero nombre es Henri Grouès, quien pasó largas temporadas en el Perú, falleció en 2007 a la edad de 94 años y antes de su muerte había sido recluido en el monasterio benedictino Saint Wandrille en Normandía debido a que ya eran vox populi las tentaciones humanas del religioso.
Han pasado muchos años, desde que esta figura emblemática de la lucha contra la pobreza, habría cometido estas agresiones, pero recién la organización que él mismo fundó ha decidido hacer frente a la situación y mandó a hacer una investigación.

La interprete peruana, Esther ‘Tita’ Romero, es una de las víctimas. A raíz de la noticia que ha llegado a los titulares de los diarios de la prensa europea decidió contactar al Grupo Egae, organización feminista en Francia que busca la igualdad y a la cual Emaús le ha encargado la investigación.
En octubre de 1988, Romero, ahora de 88 años, recuerda los días en que fue a entrevistar al abate Pierre en un hotel en Ginebra. Ella trabajaba como intérprete en las Naciones Unidas y a la vez hacía artículos para CARETAS desde Suiza. El abate Pierre, estaba por estrenar Permiso para Vivir, un drama litúrgico. “Era una especie de autobiografía donde confesaba de una manera muy sutil sus tentaciones”, dice Tita. Lo hizo también cuando publicó su libro Mon Dieu pourquoi?, en 2005.
Había sido un triunfo conseguir la entrevista porque, además, ella tenía preguntas sobre temas importantes que en ese momento se discutían dentro de la iglesia católica: la Teología de la Liberación del Padre Gustavo Gutiérrez, se acababa de estrenar la película de Martin Scorsese La Última Tentación de Cristo y la píldora anticonceptiva. Material que luego fue publicado íntegramente por los jesuitas en su publicación Choisir.

Ella tenía 52 años y era alta y esbelta. El abate Pierre tenía 75 años y “no me llegaba ni al hombro”. Durante la entrevista el teléfono de la habitación no dejaba de sonar porque muchas personas deseaban conversar o entrevistar a quien fue durante varios años la “personalidad favorita de los franceses”.
En un momento en que regresaba de contestar una llamada “se abalanzó sobre mí, metió su lengua en mi boca y sobó mis senos”. Romero se quedó estupefacta, recogió su grabadora y salió de la habitación sin decir nada. Durante todos estos años compartió lo sucedido con íntimos amigos y solo en 2007, cuando murió el abate Pierre publicó una nota en CARETAS sobre este episodio non sancto. En estos días decidió dar su testimonio a Egae contactándolos a través del correo electrónico: emmaus@groupe_egae.fr ¿Es usted una víctima o conoce a alguien que pueda ayudar con esta investigación?